La valorización de los residuos es un pilar fundamental en la economía circular. Este nuevo modelo económico basado en la sostenibilidad, contribuye a mejorar el medio ambiente y, en particular, a combatir el cambio climático. Cerrar el ciclo de vida del uso de los recursos permite reducir substancialmente todas las poluciones y las contaminaciones medioambientales que derivan de la producción, del consumo y de la gestión de los residuos. La economía circular reduce la competición por los recursos, disminuye la dependencia económica, baja el precio de las materias primas y genera nuevas actividades económicas y nuevos empleos.

Áridos Reciclados

La actividad de valorización de los áridos que provienen de construcción y demolición consiste en identificar y separar, combinando diferentes técnicas – tromel y/o criba, ciclón, electroimán, selección en cabina de triaje manual, baño de agua, molino o impactor – para realizar la correcta trazabilidad de los residuos y devolverlos al circuito productivo como materias primas.

Tras este proceso completo dispondremos de diversos materiales con MARCADO CE aptos para su reutilización como, por ejemplo: bases y sub-bases de carreteras y vías de comunicación, rellenos y explanaciones urbanas, bases para tuberías, rellenos de arcenes y zanjas, pistas forestales y caminos rurales, aplicaciones en jardinería y cubiertas ecológicas, firmes de aglomerados asfálticos, etc.

Astillas Recicladas

Disponemos de una instalación específica para el reciclaje de residuos de madera provenientes de embalajes, puertas, muebles, palets, etc. Estos residuos, una vez clasificados y seleccionados, se someten a un proceso de trituración para la obtención de astilla de madera que permite la fabricación de nuevos materiales o valorización energética, contribuyendo de manera notable a reducir el efecto invernadero.

Recuperación de Metales

Disponemos de una instalación de recuperación de metales a partir de residuos. Contribuimos así a la economía circular, permitiendo la valorización de metales férricos – aceros, hierros – y no férricos – aluminio, cobre – muchos de ellos en voluminosos colchones, varillas en hormigón armado.

Reciclaje de Papel y Cartón

Es una de las formas de reciclar más beneficiosas para el medio ambiente, puesto que el conjunto de cartón y papel puede suponer un 25% de los residuos domésticos y son los desechos más fácilmente reciclables. Por cada tonelada de papel reciclado se ahorra en madera el equivalente a 4m3 de madera (más de 10 árboles).

La fabricación de papel a partir de papel reciclado supone un ahorro del 70% de la energía y un 80% de agua que se utilizaría si se fabricara a partir de madera o fibras vírgenes, y supone una disminución del 74% de las emisiones de gases y una reducción del 35% de las emisiones contaminantes del agua. El papel reciclado se usa sobre todo para fabricar cartón y papel de embalar.

Plásticos Reciclados

Se clasifican y valorizan residuos plásticos como polipropilenos, poliestirenos, polietilenos, ABS, etc; reintroduciendo el material reciclado y logrando con ello el objetivo de disminuir la contaminación ambiental.