Un reciente estudio de ETH Zürich ha demostrado por primera vez que los microbios del suelo pueden alimentarse con el film fabricado con tereftalato de adipato de polibutileno (PBAT).
Los microorganismos emplean el carbono del polímero para generar energía y formar biomasa, lo que significa que el PBAT se degrada biológicamente en el suelo y no permanece en él como un microplástico.
Basf ha certificado este proceso en el plástico compostable ecovio M 2351, un material formado por el copoliéster biodegradable ecoflex (PBAT) y por otros polímeros biodegradables fabricados con materias primas renovables.
Se confirman así las ventajas de ecovio para la producción, el embalaje, el transporte y la recogida de residuos, que se basan en la biodegradabilidad certificada del material, tanto en procesos del compostaje industrial y doméstico, como en el natural del suelo.
Esto es especialmente útil en agricultura, donde el film de polietileno utilizado para aumentar el rendimiento de muchos cultivos, con frecuencia, resulta complicado de recuperar.
Las películas fabricadas con este bioplástico se pueden dejar en el suelo tras la cosecha, con lo que se evita el laborioso proceso de recogida y reciclaje. Los microorganismos naturales, como bacterias u hongos, reconocen la estructura de la película de acolchado de ecovio M 2351 de Basf como un alimento que pueden metabolizar.
Los productos finales que quedan tras la biodegradación por parte de los microorganismos son CO2, agua y biomasa.
fuente: www.biopolymers.basf.com