Si hablamos de residuos, éstos pueden adquirir muchas formas y tipos. Desde residuos textiles o electrónicos, hasta vinculados a sectores como la alimentación. Cualquier tipo de residuo, si no es gestionado como es debido, puede ser un verdadero peligro para el medio ambiente. A continuación hablaremos de los tipos de residuos que existen y cómo deben ser tratados de acuerdo a su grado de peligrosidad. Esta clasificación recoge tres tipos: residuos inertes, no peligrosos y peligrosos.
Centrándonos en los residuos inertes, éstos son todos aquellos residuos que impactan de forma leve en el medio ambiente, no experimentando transformaciones químicas, biológicas o físicas. Varios ejemplos de residuos inertes serían el papel, cartón, escombros, arena u otros áridos, por sólo mencionar unos pocos.
¿De dónde proceden los residuos inertes?
Los residuos inertes están vinculados generalmente a las obras, por lo que en ocasiones se relacionan también con los ‘residuos de construcción y demolición’. Una de sus principales características es su gran volumen, siendo imprescindible el alquiler de un contenedor de obra para su correcta gestión y transporte.
En Gestán Conteco contamos con un amplio número de contenedores para residuos inertes, pero también para otros de carácter peligroso. A través de nuestra herramienta online podrás solicitar tu contenedor en apenas unos minutos.
Te hemos mencionado que los residuos inertes se vinculan a los escombros generados en una obra o reforma; pero tal y como especifica el Plan Nacional de Residuos de Construcción y Demolición (PNRCD) 2001-2006, los residuos inertes también albergan otras categorías. La correcta gestión de los mismos puede dar lugar a otro tipo de materiales y productos, siendo una pieza clave en la economía circular.
Maderas: Tableros aglomerados o palés son algunos de los productos que pueden fabricarse, además de pellets, uno de los combustibles de biomasa más consumidos en los últimos años gracias a su precio y respeto por el medio ambiente.
Metales: La fusión de los restos de metales pueden dar lugar a otros metales.
PVC, asfaltos y caucho: Los tres pueden utilizarse para la fabricación de pavimentos de carreteras. El PVC, por su parte, puede emplearse para fabricar suelos industriales y de garaje.
Piedras, Mármoles y pizarra: Los áridos serán el material resultante de estos materiales pétreos, además de ser útiles para rellenar desde subsuelos de carreteras a terraplenes.
Plásticos: Es uno de los residuos inertes con más presencia, causando un grave impacto en el medio ambiente, de ahí que su separación deba realizarse siguiendo un pormenorizado proceso.