Tipos de residuos más comunes: ¿Cuáles son?

¿Qué son los residuos? 

La definición de residuo hace mención al material que ha cumplido con su cometido y por lo tanto pasa a convertirse en desecho.  Sin embargo, los residuos permiten ser reciclados o reutilizados y en este caso pasan a convertirse en subproductos o reproductos, pasando a tener una segunda vida útil.  A partir de este punto podemos distinguir diferentes tipos de residuos según su peligrosidad, las fuentes de residuos o la composición. Veamos detenidamente cómo diferenciarlos. 

Tipos de residuos y su clasificación

Los residuos se pueden clasificar según origen, biodegradabilidad y composición. Ahondemos en que se diferencian y qué tipo de residuos constituyen cada clasificación. 

Clasificación de los residuos según su origen 

El origen de los residuos puede dividirse a su vez en varias categorías, dependiendo de la procedencia de los propios desechos. Estas son algunas de las fuentes de residuos más habituales:

  • Residuos domésticos: creados en los hogares como fruto de su actividad. Aparatos electrónicos, ropa, restos de comida, pilas o muebles serían buenos ejemplos. 
  • Residuos comerciales: son aquellos residuos que se han generado a raíz del comercio. Mercados, bares o restaurantes son algunos ejemplos de negocio en donde se genera este tipo de residuos. 
  • Residuos industriales: son residuos generados a raíz de la actividad industrial, ya sea durante procesos de fabricación, de transformación o de consumo. 
  • Escombros y residuos de construcción: Las obras de construcción o demolición son las responsables de generar este tipo de residuos. 
  • Residuos mineros: La investigación de recursos geológicos genera los denominados residuos mineros, pudiendo encontrarlos en estado sólido, pasta o acuoso. 
  • Biorresiduos: En este caso hablamos de residuos biodegradables y que podemos encontrar no sólo en bares o restaurantes, sino también en lugares como parques o jardines. 
  • Residuos radiactivos: Se clasifican según su radiactividad (alta, media, baja).
  • Residuos sanitarios: Son los residuos generados en centros, servicios o establecimientos sanitarios. 
  • Subproductos de animales: Son los productos obtenidos a partir de animales, no destinados al consumo humano. 
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Clasificación de los residuos según su composición

Además de las fuentes de residuos, la composición es una de las categorías más conocidas por todos, pues solemos asociarla con un tipo concreto de contenedor. Según su composición, los residuos se pueden clasificar en muchas categorías como: 

  • Orgánico
  • Metal y chatarra
  • Vidrios
  • Papeles y cartones
  • Plástico
  • Pinturas y aceites
  • Pilas y baterías

Clasificación de los residuos según su biodegradabilidad

Los tipos de residuos orgánicos e inorgánicos conforman la clasificación de los desechos según su biodegradabilidad. La principal diferencia entre unos y otros es la composición orgánica, afectando así a su descomposición. 

  • Residuos orgánicos: Frutas, restos de comida, verduras o papeles pertenecen a esta categoría. Se descomponen con facilidad, por lo que la propia naturaleza los puede aprovechar de nuevo. 
  • Residuos inorgánicos: Son aquellos desechos que nunca se van a descomponer, por ejemplo metales, latas o botellas. A pesar de que no sean biodegradables, siempre pueden utilizarse de otras formas. 

Clasificación de los residuos según su peligrosidad

Una clasificación siempre a tener en cuenta cuando hablamos de residuos es la vinculada a su peligrosidad. Ésta puede atender a dos tipos diferentes. 

  • Residuos no peligrosos: En esta categoría  entran todos aquellos residuos que no hayan estado en contacto con sustancias de riesgo. 
  • Residuos peligrosos: Al contrario que los residuos anteriores, los desechos peligrosos conllevan un riesgo para el medioambiente y las personas. Sustancias peligrosas o disolventes, por mencionar varios ejemplos, suelen estar dentro de esta categoría.

Residuos según su impacto medioambiental

Cuando hablamos de los residuos, uno de los aspectos que no podemos dejar pasar por alto es el impacto medioambiental que producen. En realidad, nuestros hábitos de consumo y cómo desechamos los tipos de residuos tienen un efecto directo en el mundo que nos rodea. La huella de los residuos en el planeta es innegable, desde la contaminación de nuestros suelos, agua y aire, hasta la pérdida de biodiversidad. Si alguna vez te has preguntado cuánto daño puede hacer cada tipo de residuo, atento a las próximas líneas, desde Gestán Conteco vamos a darte la respuesta. 

  • Residuos orgánicos: Cuando terminan en los vertederos, se descomponen en condiciones anaeróbicas (sin oxígeno) y producen metano, un gas de efecto invernadero mucho más potente que el CO2. En cambio, si estos residuos se compostan, pueden enriquecer el suelo y ayudar a reducir la dependencia de fertilizantes químicos.
  • Plásticos: Su degradación puede tomar varios cientos de años y durante este proceso liberan microplásticos y productos químicos dañinos que pueden contaminar el suelo y el agua. Los plásticos que terminan en el océano pueden dañar la vida marina y entrar en nuestra cadena alimentaria.
  • Residuos electrónicos: Contienen una variedad de metales pesados y productos químicos tóxicos. Si no se gestionan adecuadamente, estos contaminantes pueden filtrarse al suelo y al agua subterránea, lo que representa un riesgo para la salud humana y el medio ambiente.
  • Residuos industriales: Dependiendo de la industria, estos pueden contener una variedad de sustancias nocivas, incluyendo productos químicos tóxicos, metales pesados y materiales radiactivos. Su manejo inadecuado puede llevar a la contaminación del aire, del agua y del suelo.
  • Residuos de construcción y demolición: Estos residuos a menudo contienen materiales como cemento, cerámica, plástico, madera y metales. Si no se gestionan correctamente, pueden contribuir a la contaminación del aire y del agua, así como a la pérdida de recursos naturales.

Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos

En la era digital actual, los dispositivos electrónicos conforman una parte integral y esencial de nuestras vidas. Desde nuestros teléfonos móviles, hasta los ordenadores o televisores entre otros dispositivos. Aparatos que, en resumidas cuentas, nos proporcionan comodidad y eficiencia. No obstante, cuando estos dispositivos llegan al final de su vida útil o simplemente los reemplazamos por modelos más nuevos se convierten en lo que conocemos como residuos electrónicos o RAEE. En Gestán Conteco ya os hemos hablado de la basura electrónica, un tipo de residuo que también deja un fuerte impacto en el medio ambiente.

  • Contaminación tóxica: Los RAEE contienen una serie de sustancias peligrosas como plomo, mercurio, cadmio, y bromo, entre otras. Cuando estos residuos se desechan incorrectamente, estas sustancias tóxicas pueden filtrarse al suelo y al agua, provocando graves daños al ecosistema y a nuestra salud.
  • Problema de gestión: Los RAEE son la categoría de residuos de más rápido crecimiento en el mundo, debido a la rápida obsolescencia de los dispositivos electrónicos. El volumen de RAEE generado supera con creces la capacidad de la mayoría de los sistemas de gestión de residuos existentes, lo que contribuye a su inadecuada disposición.
  • Reciclaje de RAEE: Aunque los RAEE contienen materiales tóxicos, también están llenos de metales preciosos como oro, plata y cobre. El reciclaje adecuado de estos residuos no solo evita la liberación de sustancias tóxicas, sino que también permite la recuperación de estos metales valiosos, creando una economía circular.
  • Responsabilidad de los productores: Algunos países han implementado leyes de responsabilidad extendida del productor (REP) para los RAEE, donde los fabricantes de dispositivos electrónicos son responsables de la gestión de sus productos al final de su vida útil.
  • Consumo consciente: Como consumidores, también podemos contribuir minimizando nuestra generación de RAEE. Esto implica comprar solo lo necesario, dar una segunda vida a los dispositivos que ya no necesitamos y asegurarnos de reciclar correctamente nuestros dispositivos electrónicos obsoletos.

La gestión adecuada de los tipos de residuos es una responsabilidad de todos. Una acción que va desde la clasificación de los desechos domésticos, hasta la compra consciente de aparatos electrónicos. Todos tenemos un papel que desempeñar para reducir el impacto medioambiental de lo que en un futuro se convertirá en residuo. En Gestán Conteco pensamos que cada pequeña acción cuenta. Cada artículo o producto que es reciclado o reutilizado, optando por alternativas más sostenibles, significa un paso adelante hacia la preservación de nuestro planeta. De la misma forma que en la vida, en la gestión de residuos el cambio comienza con nosotros.